Cesión forzada

por | Oct 12, 2025 | Reseñas

En 1948, una cámara capturó un instante que resumía siglos de injusticia.

Un hombre con traje y corbata, de pie frente a los fotógrafos, rompía en llanto mientras sostenía un documento. Se llamaba George Gillette, líder de las tribus Mandan, Arikara e Hidatsa del río Misuri.

Aquel papel que tenía en las manos no era un simple acuerdo: era la cesión forzada de las tierras ancestrales de su pueblo al gobierno de Estados Unidos. Más de 600 kilómetros cuadrados de hogares, escuelas, iglesias y campos fértiles quedarían sumergidos bajo las aguas por la construcción de la presa de Garrison.

Gillette sabía que con su firma sellaba una tragedia. Pero si no lo hacía, las tribus no recibirían compensación alguna. Entre lágrimas, pronunció palabras que aún estremecen:

“Hoy firmamos bajo protesta. Nuestras manos están atadas, pero nuestros corazones están tristes.”

Aquel embalse inundó aldeas enteras, destruyó comunidades y sepultó bajo el agua siglos de historia y espiritualidad indígena. La foto de Gillette llorando ante el micrófono se convirtió en un símbolo de dignidad y resistencia frente a la pérdida inevitable.

Hoy, su imagen sigue recordando que la modernidad, cuando no respeta la memoria, también puede ser una forma de destrucción.

George Gillette no lloraba solo por su tierra, sino por un pueblo entero que, una vez más, veía cómo el progreso llegaba en forma de agua y olvido.



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