La vida es la vida para los que creemos en la vida y somos vidistas.
El bien más importante de cualquier ser humano es la vida, y el segundo bien más importante (para mí) es el modo de vivir la vida.
Juan Sebastián, El niño sicario de Uribe esta vez trató de sicarear una vida de las que llaman «importantes» (y yo defiendo que es importante la vida de Uribe como cualquiera de las vida que pudo haber cegado Juan Sebastián en esa carrera sicarial, que estoy seguro no se inauguró con el atentado al senador). La propia vida de Juan Sebastián También es importante.
Por cierto, el presidente Petro ha declarado que Juan Sebastián había sido captado para unos programas de recuperación y de reinserción llamados «jóvenes por la paz», pero el muchacho, posiblemente ya un veterano de la guerra del 14, se voló quizás por las cursilerías y las desaterrizaciones que suelen sucederse en esos programas de recuperación de menores, donde a veces se narnea la realidad.
Se ha contado también que Juan Sebastián perdió a su madre y que su padre viajó a Polonia, para de allí pasar a Ucrania y solicitar un puesto de mercenario para jugarse la vida en el frente de batalla con zelensky.O sea, su padre fue a sicarear soldados en el frente de batalla por un sueldo de 2000 $ mensual( qué es lo que entiendo gana un mercenario en el frente)…¿tonce?
Diariamente hay sicariatos entre los hijos de Petra Pérez; ese es el pan de todos los días en nuestras barriadas populares; pero cuando eso ocurre en los barrios se les pone un nombre generalizado de «ajuste de cuenta entre bandas» y otros nombres, pero no importa que remoquete se le ponga, porque todas esas acciones conducen al mismo sitio, es decir a la muerte violenta de un ser humano por otro ser humano.
La falta de futuro de nuestros jóvenes la banalización de la vida a través de las redes y de los medios de comunicación, las carencias y faltas estatales para atender la justicia social y para que la vida sea una experiencia digna, humana y gratificante, contribuyen a la generación de este tipo de tristes episodios que la gran prensa nos lo coloca en “primera plana” nos lo hace viral y nos los vuelve tendencia cuando se trata de personalidades que tienen un nivel «importante» en la sociedad; cuando cada ser humano tiene un nivel específico de jerarquía en el mundo, que no tiene que ver con la otra importancia de los demás, ni con las importancias sociales, que es un invento de la política y de las sociedades.
Las sociedades van a vivir llenas de sicarios, de hambrientos, de delincuentes y de jóvenes sin futuro producto de los fraudes de los hombres de estado y de los factores de poder decisores en las naciones; Y eso condenará a muchos niños a que sigan esa desenfrenada carrera de solo poder obtener cosas derivadas de lo que puedan tomar por la fuerza, en ese ir y venir de la violencia y de la muerte hasta que llegue la propia hora de ellos En ese ciclo circuital periódico y tenebroso de la muerte.
¡VIVA LA VIDA!